Los rellenos de ácido hialurónico son una de las opciones más populares para mejorar la apariencia de la piel y reducir los signos del envejecimiento. El ácido hialurónico es una sustancia natural que se encuentra en nuestro cuerpo y es responsable de mantener la piel hidratada y suave.
Pero, ¿qué le ocurre a nuestro ácido hialurónico naturalmente presente en nuestro organismo? Pues este sufre un recambio continuo y se degrada rápidamente. Gracias a los avances tecnológicos y a la ciencia, se han conseguido crear diferentes tipos de ácidos hialurónicos con una durabilidad prolongada y resistentes a la degradación natural que sufre el ácido hialurónico naturalmente presente en nuestro organismo.
Hoy en día existen unos con mayor densidad o reticulación y otros más fluidos o menos reticulados. Esta versatilidad, nos ofrece un abanico de posibilidades para poder tratar diferentes zonas de la cara y a diferentes niveles de la piel y en función de lo que se desee tratar o mejorar.
Esto quiere decir que dependiendo del tipo de ácido hialurónico que utilicemos podremos devolver volumen a un rostro que lo ha perdido, hidratar una piel o tratar arrugas tanto finas como las más profundas.
Otro de los principales beneficios de los rellenos de ácido hialurónico es que son seguros y efectivos. A diferencia de otros tratamientos estéticos, los rellenos de ácido hialurónico no requieren cirugía y no tienen un tiempo de recuperación prolongado. Los pacientes pueden volver a sus actividades normales inmediatamente después del tratamiento.
¿Qué zonas podemos tratar con ácido hialurónico? Pues la respuesta es sencilla, prácticamente cualquier zona del cuerpo y de la cara. Al ser una sustancia segura y naturalmente presente en nuestro organismo, el producto se asimila y adaptará bien a la zona inyectada, siempre que se utilice el ácido hialurónico correcto para esa zona.
Lo podemos aplicar en las mejillas y pómulos para devolver el volumen y la proyección perdida con el paso del tiempo, con esto también se consigue mejorar los surcos nasogenianos, también conocidos como marioneta. También se puede aplicar en labios, tanto como si desea darle volumen a un labio fino o hidratar un labio que ha perdido su firmeza e hidratación.
El ácido hialurónico también puede ser tu aliado si deseas mejorar la apariencia o el perfil de tu nariz y no deseas pasar por quirófano. Otra utilidad es para el tratamiento de lóbulos de las orejas rasgados. Con la aplicación de ácido hialurónico, se puede mejorar y rellenar el lóbulo, devolviéndole así su turgencia y volumen, mejorando el aspecto caído y rasgado de los mismos.
Por otro lado, también podemos tratar la piel a nivel superficial, tanto de la cara, cuello e incluso las manos con ácidos hialurónicos de baja reticulación. De esta manera conseguimos hidratar y redensificar la misma, eliminando así las arrugas finas que aparecen con los años.
Nadie sabrá que te has realizado un tratamiento con ácido hialurónico puesto que estos no aportan volumen, si no que redensifican, hidratan y estimulan la formación de colágeno allí donde se deposita con la consiguiente mejoría significativa de la piel.
Si tienes cualquier duda o deseas probar alguno de nuestros tratamientos con ácido hialurónico, no dudes en contactar con nuestro centro.
Nuestro equipo estará encantado de recibirte, realizarte una valoración individual y un diagnóstico dirigido, para ofrecerte un tratamiento que se adapte a tus necesidades, deseos, que sea natural y duradero en el tiempo.
En nuestro centro utilizamos los productos de mejor calidad e innovación, para garantizarte los mejores resultados a corto y largo plazo.
